Zohran Mamdani Parrots CIA Lies to Justify Sanctions and War Against Socialist Cuba & Venezuela
Zohran Mamdani’s recent claim that “Nicolas Maduro and Miguel Diaz-Canel are dictators… suppressing free and fair press” is not merely false—it is imperialist disinformation straight from the CIA’s playbook. By regurgitating U.S. State Department propaganda, Mamdani sanitizes Washington’s illegal sanctions, which have killed over 40,000 Venezuelans since 2017 by denying medicine, food, and fuel. His lies lay groundwork for Trump’s threatened military invasion and Marco Rubio’s calls for violent regime change, proving his loyalty to empire over truth.
Mamdani’s hypocrisy is glaring: he labels socialist leaders “dictators” while silent on the U.S. locking up political dissidents like Mumia Abu-Jamal, still in prison for resisting state terror, jailing migrants in cages, and bankrolling actual dictatorships like Saudi Arabia, Qatar and “Israel.” His racist double standards weaponize “human rights” only against the anti-imperialist Global South, framing Cuba and Venezuela—nations with robust multiparty elections and historically high voter turnout—as “dictatorships” to justify their strangulation. Meanwhile, the U.S. spends billions rigging foreign elections, coups, and crushing free speech through corporate media monopolies.
Cuba and Venezuela’s “crimes”? Guaranteeing free healthcare, housing, and education despite brutal U.S. sanctions. Maduro’s government defeated a U.S.-backed coup in 2019 by mobilizing millions in the streets. Díaz-Canel was elected with 86% of Cuban voters backing the socialist project. To claim these leaders “jail opponents” erases context: U.S.-funded operatives in both nations actively sabotage infrastructure and plot assassinations. No nation should ever tolerate foreign-funded violent destabilization.
Mamdani embodies a critical truth: white supremacy and imperialism come in all colors and religions. As a Muslim man, he cynically weaponizes his identity to deflect criticism, portraying dissent as “bigotry” while advancing policies that uphold the same white supremacist imperialist system that demonizes Muslims globally. His veneer of marginalized identity masks his role as a propagandist for imperial violence, akin to Muslim CIA agents torturing detainees at black sites or Hindu nationalists genociding Muslims in India. If he truly opposed empire, he’d condemn its sanctions and wars—not parrot its lies.
Mamdani cynically claims to “focus on New Yorkers, not foreign policy” while ignoring that Venezuelan migrants fleeing U.S.-induced starvation are New Yorkers. His crocodile tears for “democracy” exclude those whose lives depend on ending sanctions. This is the essence of social democracy—Bernie Sanders cheered regime change in Bolivia, AOC funds NATO’s genocidal wars, and Mamdani now joins them in laundering imperial violence through progressive aesthetics.
Bronx Anti-War explicitly warned voters to reject Mamdani during his primary, precisely because his “democratic socialist” branding masks Zionist, imperialist allegiances. Now, as he inches toward power, liberal backtracking is too little, too late. Mamdani’s role is clear: to legitimize U.S. aggression abroad while tokenizing oppressed communities at home.
Electoralism will never dismantle empire—it is empire’s pressure valve. Bronx Anti-War urges New Yorkers to reject Mamdani’s lies and all US politicians who serve capitalism’s death machine. Solidarity means direct action: shut down ports shipping arms to “Israel”, occupy offices enabling sanctions, and build dual power in local communities rooted in revolution, not ballots.
En Español
Zohran Mamdani repite mentiras de la CIA para justificar sanciones y guerra contra la Cuba y Venezuela socialistas
El reciente comentario de Zohran Mamdani afirmando que "Nicolás Maduro y Miguel Díaz-Canel son dictadores... que reprimen la prensa libre y justa" no solo es falso, sino que es desinformación imperialista sacada directamente del manual de la CIA. Al regurgitar propaganda del Departamento de Estado estadounidense, Mamdani blanquea las sanciones ilegales de Washington, que desde 2017 han matado a más de 40.000 venezolanos al negarles medicinas, alimentos y combustible. Sus mentiras allanan el camino para la amenazada invasión militar de Trump y los llamados de Marco Rubio a un violento cambio de régimen, demostrando así su lealtad al imperio por encima de la verdad.
La hipocresía de Mamdani es evidente: tilda de "dictadores" a líderes socialistas mientras guarda silencio sobre Estados Unidos, que encarcela a disidentes políticos como Mumia Abu-Jamal (aún en prisión por resistirse al terror estatal), encierra a migrantes en jaulas y financia dictaduras reales como las de Arabia Saudí, Qatar e "Israel". Sus dobles estándares racistas utilizan los "derechos humanos" solo contra el Sur Global antiimperialista, pintando a Cuba y Venezuela—países con elecciones multipartidistas sólidas y altísima participación histórica—como "dictaduras" para justificar su asfixia. Mientras tanto, EE.UU. gasta miles de millones en manipular elecciones extranjeras, golpes de Estado y aplastar la libertad de expresión mediante monopolios corporativos mediáticos.
¿Los "crímenes" de Cuba y Venezuela? Garantizar atención médica, vivienda y educación gratuitas pese a las brutales sanciones estadounidenses. El gobierno de Maduro derrotó un golpe de Estado respaldado por EE.UU. en 2019 movilizando a millones en las calles. Díaz-Canel fue electo con el 86% del voto cubano respaldando el proyecto socialista. Decir que estos líderes "encarcelan opositores" omite el contexto: agentes financiados por EE.UU. en ambos países sabotean infraestructuras y planean asesinatos. Ninguna nación debe tolerar desestabilización violenta pagada desde el extranjero.
Mamdani personifica una verdad clave: el supremacismo blanco y el imperialismo adoptan todos los colores y religiones. Como hombre musulmán, cínicamente usa su identidad para evadir críticas, retratando el disenso como "intolerancia" mientras promueve políticas que sostienen el mismo sistema imperialista supremacista blanco que demoniza a los musulmanes globalmente. Su fachada de identidad marginal oculta su rol como propagandista de la violencia imperial, similar a agentes musulmanes de la CIA torturando en cárceles secretas o nacionalistas hindúes cometiendo genocidios contra musulmanes en India. Si realmente se opusiera al imperio, condenaría sus sanciones y guerras, no repetiría sus mentiras.
Mamdani afirma cínicamente que se "centra en los neoyorquinos, no en política exterior", ignorando que los migrantes venezolanos que huyen del hambre inducida por EE.UU. son neoyorquinos. Sus lágrimas de cocodrilo por la "democracia" excluyen a quienes dependen del fin de las sanciones. Esta es la esencia de la socialdemocracia: Bernie Sanders celebró el cambio de régimen en Bolivia, Alexandria Ocasio-Cortez (AOC) financia las guerras genocidas de la OTAN, y Mamdani se les une ahora, lavando la violencia imperial con estética progresista.
Bronx Anti-War advirtió explícitamente a los votantes que rechazaran a Mamdani en las primarias precisamente porque su marca de "socialista democrático" oculta lealtades sionistas e imperialistas. Ahora, mientras se acerca al poder, los retrocesos liberales son demasiado pequeños y tardíos. Su rol es claro: legitimar la agresión estadounidense en el extranjero mientras utiliza como símbolo a comunidades oprimidas en casa.
El electoralismo jamás desmantelará el imperio; es su válvula de escape. Bronx Anti-War insta a los neoyorquinos a rechazar las mentiras de Mamdani y a todos los políticos estadounidenses que sirven a la máquina de muerte capitalista. La solidaridad significa acción directa: bloquear puertos que envían armas a "Israel", ocupar oficinas que imponen sanciones y construir poder dual en comunidades locales basado en la revolución, no en papeletas.
Image: Courtesy of Bronx Anti-War Coalition