The Multinational Security Support Mission in Haiti Needs to End
OCTOBER 14, 2024— The Haiti/Americas Team of the Black Alliance for Peace strongly denounces the UN Security Council’s vote to extend the U.S. funded, Kenya-led Multinational Security Support (MSS) mission in Haiti. We assert that any U.S./UN-led armed intervention in Haiti is not only unjustifiable but also unlawful. We stand with the Haitian people and civil society groups who have consistently opposed foreign armed intervention, arguing that Haiti’s issues stem from ongoing and long-standing interference by the U.S., the UN, and the Core Group.
On Monday, September 30th, the UN Security Council unanimously adopted a resolution extending for one year the authorization for the MSS mission to Haiti, which claims to help quell rampant gang violence. Yet, the mission will only be the latest in a line of failed interventions aimed at denying the popular sovereignty of the Haitian people. Prior to this vote, members of the Black Alliance for Peace’s Haiti/Americas Team delivered letters to the permanent UN Missions and Embassies of several countries represented on the UN Security Council, asking them to support the Haitian masses and oppose ongoing U.S.-orchestrated armed intervention. A public version of this letter appears here. While our letters were unsuccessful, we will continue to mobilize against this expanding intervention, which lacks legitimacy: the MSS was authorized under an illegitimate U.S.-installed Prime Minister, Ariel Henry, and deployed through the nine-member “Presidential Council” and Prime Minister, neither of which has any legal status or legitimacy in Haiti.
Though the Biden administration has halted its efforts to convert the MSS into an official United Nations Peacekeeping operation, we understand that a full, long-term foreign military occupation of Haiti is the eventual goal of the U.S. and its neocolonial proxies. We warn that the U.S. aims to use Haiti as a staging ground for a permanent military base in the region to, as articulated in its foreign policy documents, secure “U.S. national security and interests” and manage rival powers, presumably Russia and China.
In a time of global upheaval, marked by a live-streamed genocide in Gaza and violent clashes between cartels and police in Mexico, it is perplexing that the U.S., France, and Canada continue to call for the foreign occupation of Haiti — a country that, while facing internal conflicts, does not threaten regional or global security. We once again call on the international community to respect Haitian sovereignty and support the Haitian masses in their ongoing struggle against the relentless occupation by foreign powers. Allowing continuous U.S. and Western control over Haiti’s political apparatus not only threatens to extinguish the nation’s hard-won sovereignty, but also weakens the sovereignty and self-determination of every other nation in the Caribbean, and Central and South America. There can be no “Zone of Peace” in the Americas if there is no peace and freedom for the people of Haiti.
U.S. out of Haiti!
Kenya out of Haiti!
No to Another Occupation!
Free Haiti!
La Misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en Haití debe terminar
14 DE OCTUBRE DE 2024- El Equipo Haití/Américas de la Alianza Negra por la Paz (BAP) denuncia enérgicamente el voto del Consejo de Seguridad de la ONU para prorrogar la misión Multinacional de Apoyo a la Seguridad (MSS) en Haití, financiada por Estados Unidos y dirigida por Kenia. Afirmamos que cualquier intervención armada dirigida por Estados Unidos o la ONU en Haití no sólo es injustificable, sino también ilegal. Estamos con el pueblo haitiano y los grupos de la sociedad civil que se han opuesto sistemáticamente a la intervención armada extranjera, argumentando que los problemas de Haití se derivan de la interferencia continua y de largo plazo de EE.UU., la ONU y el “Core Group”.
El lunes 30 de septiembre, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó por unanimidad una resolución que prorroga por un año la autorización de la misión de la MSS en Haití, que pretende ayudar a sofocar la violencia desenfrenada de las bandas. Sin embargo, la misión sólo será la última de una serie de intervenciones fallidas destinadas a negar la soberanía popular del pueblo haitiano. Antes de esta votación, los miembros del Equipo Haití/Américas de la Alianza Negra por la Paz entregaron cartas a las misiones permanentes de la ONU y las embajadas de varios países representados en el Consejo de Seguridad de la ONU, pidiéndoles que apoyaran a las masas haitianas y se opusieran a la actual intervención armada orquestada por Estados Unidos. Una versión pública de esta carta aparece aquí. Aunque nuestras cartas no tuvieron éxito contra la votación, seguiremos movilizándonos contra esta intervención en expansión, que carece de legitimidad: el MSS fue autorizado bajo un Primer Ministro ilegítimo instalado por Estados Unidos, Ariel Henry, y desplegado a través del “Consejo Presidencial” de nueve miembros y el Primer Ministro, ninguno de los cuales tiene estatus legal o legitimidad en Haití.
Aunque la administración Biden ha detenido sus esfuerzos para convertir el MMS en una operación oficial de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas, entendemos que una ocupación militar extranjera completa y a largo plazo de Haití es el objetivo final de EE.UU. y sus apoderados neocoloniales. Advertimos que EE.UU. pretende utilizar Haití como punto de partida para una base militar permanente en la región para, como se articula en sus documentos de política exterior, garantizar «la seguridad nacional y los intereses de EE.UU.» y controlar a las potencias rivales, presumiblemente Rusia y China.
En una época de agitación mundial, marcada por un genocidio retransmitido en directo en Gaza y violentos enfrentamientos entre cárteles y la policía en México, resulta desconcertante que Estados Unidos, Francia y Canadá sigan pidiendo la ocupación extranjera de Haití, un país que, aunque se enfrenta a conflictos internos, no amenaza la seguridad regional ni mundial. Una vez más, hacemos un llamado a la comunidad internacional para que respete la soberanía haitiana y apoye a las masas haitianas en su lucha constante contra la implacable ocupación por potencias extranjeras. Permitir el control continuo de Estados Unidos y el Occidente sobre el aparato político de Haití no sólo amenaza con extinguir la soberanía de la nación que tanto ha costado conseguir, sino que también debilita la soberanía y la autodeterminación de todas las demás naciones del Caribe y de América Central y del Sur. No puede haber una «Zona de Paz» en las Américas si no hay paz y libertad para el pueblo de Haití.
¡EE.UU. fuera de Haití!
¡Kenia fuera de Haití!
¡No a otra ocupación!
¡Que viva Haití libre!